domingo, 21 de agosto de 2011

Independencia


          Canarias fue una nación libre hasta la colonización europea en general y española en particular iniciada en 1402 y finalizada el 26 de Julio de 1495. El 15 de Noviembre del año 1344 el Papa Clemente VI, en Avignon (Francia) concedió el derecho de conquista de las Islas Canarias al príncipe Luis de España y Cerda para frenar el avance científico-tecnológico y el progreso social de la sociedad guanche, bimbache, gomera, awara, canaria y maha, en la que los menceyes, guanartemes, jefes de cantones, etc., eran mucho más que reyes, al ser elegidos popularmente, lo que da idea de su avanzado estado social, condición a la que cualquier ciudadano podía optar meritoriamente.

          El denominado Dominio señorial (1402-1477) incluyó Lanzarote, Fuerteventura, Gomera e Hierro. La corona de Castilla mostró interés creciente en estas islas del Atlántico para instalar las bases militares que apoyaran las expediciones que condujeron al genocidio de los nativos sudamericanos, iniciándose la invasión de las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife en 1478.

          La invasión y la ocupación castellana fue muy dura debido a la resistencia de los primeros pobladores de las Islas Canarias, un pueblo bello y esbelto, fornido, valiente, aguerrido, inteligente y muy bien nutrido y organizado. La resistencia al colonialismo español fue peculiarmente dura y no terminó hasta 1495, 151 años después de la bula papal, no habiendo terminado en conquista, pues todavía hay rebeldía, cuya mejor prueba es la presente declaración. Desde ese momento Canarias ha sido una colonia española, que hay que descolonizar.


          La presente declaración de Independencia se ampara en el derecho jurídico internacional, específicamente en las Resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), suscritas por España, 1514 (XV) de 14 de Diciembre de 1960 sobre la concesión de la Independencia a los países y pueblos colonizados y la resolución 55/146 de 8 de Diciembre de 2000, mediante la cual se declara el periodo 2001–2010 la Segunda Década Internacional para la Erradicación del Colonialismo, finalizada el 31 de diciembre de 2010.

          Con esta declaración de Independencia Canarias recupera su arrebatada libertad, reinicia su andadura entre las naciones libres del mundo, a las que respetuosamente solicitamos recozcan solidariamente nuestra independencia,  en la que ninguna isla prevalezca sobre las demás y el derecho a la libertad, a la felicidad, a la dignidad, a la igualdad y a la identidad sean derechos que amparen por igual a todos los seres.

         

sábado, 20 de agosto de 2011

!Soy Canario¡



No soy Español. ¡Soy Canario¡
Invadieron las Islas, nos robaron, nos esclavizaron o peor aún, barrieron nuestra cultura y todo esto con el único afán de tener más tierra.
El recuerdo de mis antepasados y de las barbaries cometidas por los españoles, hacen que cada día me sienta aun más canario y con más fuerza para intentar en la medida de mis posibilidades, recuperar lo que un día se nos arrebató, ¡Nuestra Libertad e Identidad Canaria¡.

Cada vez le resulta más difícil al oficialismo ocultar el verdadero transcurrir de la Historia de Canarias. Una Historia escrita con la codicia de la nobleza amazigh insular, la aculturación represiva ejercida por los europeos desde las instituciones coloniales, la sangre derramada por los alzados, el sudor de la esclavitud en los monocultivos, los juicios inquisitoriales de la Iglesia, las penurias de los magos o maúros...etc.
Una Historia en la que sus principales protagonistas, los imazighen insulares y sus descendientes, han quedado completamente marginados a pesar de haber sido -y ser- mayoría. Una Historia que se ha pretendido criollizar en beneficio de la razón de ser de una minoría acumuladora de origen europeo que ha acaparado desde siempre el poder económico y político del Archipiélago sujeto a los preceptos del Reino de España (la metrópoli).

A la luz de las evidencias históricas, culturales y antropológicas, el pueblo Canario es Amazigh. Obviando mestizajes y la profunda españolización de más de cinco siglos de colonialismo. Una cuestión aparte es que aún el pueblo canario desconozca en su mayor parte de la realidad histórica y su verdadera procedencia.

               A pesar de las aportaciones europeas y subsaharianas, la población canaria actual sigue preservando no solo una base antropológica autóctona, sino una gran variedad de pervivencias culturales.

                Me siento Canario como habitante del mundo, en deuda con todos mis antepasados isleños, los que nacieron y trabajaron en nuestra tierra, con los que las fuerzas españolas asesinaron, esclavizaron, humillaron…. No tengo rencor ni odio al español, tan sólo defiendo que ¡soy Canario¡.

viernes, 19 de agosto de 2011

Mi Nombre

Llámame por Mi Nombre

Navegando por Internet he tenido la suerte de toparme con el Blog de Juan Luis Calbarro (Hora de Progreso) quien ya el día 13 de junio del año 2008 publicó un artículo denominado “La Identidad Canaria según Soull Sanet, o el Nominalismo elevado a la categoría de Razón Política”.
No me queda sino decirle “gracias” y que espero algún día conocerle personalmente para poder dárselas en persona.
Tilellit recomienda a todos los canarios la lectura de dicho artículo pues a nuestro juicio en estos momentos donde cada día somos más los Canarios que deseamos nuestra Independencia del Reino de España y que nos consideramos un pueblo colonizado, el mencionado artículo cobra aún más interés.
Podeis leer el mismo en este enlace: http://horadeprogreso.balearweb.net/post/54116
“No hay razón que limite al hombre su libertad”

La Gran Mentira


Tenemos un Presidente de Canarias (Sr. Dº Paulino Rivero) que a mi modesto entender y viendo sus “actuaciones” políticas creo que desconoce la realidad jurídica de Canarias con respecto al Ordenamiento Interno del Estado (Reino de España).

Pongo en su conocimiento para que lo tenga presente, no solo usted, sino sus asesores (podríamos decir también sus “amigos” “camaradas”….) que la Convención Internacional del Mar celebrada en la ciudad de Montego Bay (Jamaica), organizada por las Naciones Unidas en el año 1982, es la base jurídica principal para la reivindicación de que “nuestra tierra” tenga aguas propias.

Por si no lo sabe (creo que de tonto no tiene un pelo) o no le han asesorado convenientemente, en esa Convención se pusieron de acuerdo los Estados (Canarias no participó porque no es un Estado) participantes en perfeccionar el Derecho Internacional del Mar existente desde la primera Convención en 1958, se regularizó el criterio unitario sobre la conflictividad jurídica internacional con respecto al aprovechamiento de los recursos económicos de los fondos marinos y las pesquerías más allá del mar territorial de las doce millas, que en aquel entonces, posibilitaba a que cualquier Estado podía trasladarse a zonas marítimas de otros Estados a adueñarse de las riquezas extraídas por fuera de esa distancia de la costa.  También se regularizó los espacios marítimos de los archipiélagos, tanto para los Estados Archipielágicos, como para “otros archipiélagos”. Para los que ya eran Estados, pasaron automáticamente a imponer sus delimitaciones marítimas fronterizas.

Los otros archipiélagos “No Estados”, están condicionados a un reconocimiento internacional como archipiélago (Canarias no lo está), y además, estar dotado con un régimen político Estatutario de Plena Autonomía Interna (Canarias no la tiene).  Quienes así procedieran, se acogerían a la Convención de Montego Bay, imponiéndose la unidad territorial marítima archipielágica, formada por el conjunto de islas y el mar que las conectan, y desde ahí, las líneas de  base recta, donde se medirían el mar territorial, la zona contigua y la zona económica exclusiva. El mar que conectan unas islas de otras, tiene la consideración jurídica de “aguas interiores”, por donde el paso inocente a la navegación internacional, sería competencia de la autoridad archipelágica, y no de la Organización Marítima Internacional. Los Estados con soberanía sobre islas o archipiélagos, y que no estaban dispuestos a conceder el planteamiento político aprobado en la Convención, pelearon inicialmente que se reconocieran los mismos derechos que a los Estados Archipielágicos, pero no fue posible. El reconocimiento archipelágico fue y es una realidad jurídica, y muy mal lo tienen aquellos archipiélagos que no se acojan en Ley.

Lo cierto es Sr. Rivero, que Mi Tierra, Mi Nación (Por sus diversas actuaciones no tengo claro que para usted Canarias sea su Tierra o su Nación)  se encuentra inmersa en una serie de contradicciones jurídicas  al ser una comunidad española, un territorio definido en Europa como Región Ultraperiférica y un archipiélago del Estado y lo más cierto aun es que estos tres conceptos se contraponen, y que en ninguno de ellos se da lo requerido para que Canarias tenga su propio Mar.

Dicho lo anterior y  remitiéndome al año 1982  por la aceptación de la clase política canaria (yo mas bien lo definiría como una cobardía) de esa época, somos una Comunidad Autónoma de segunda categoría y debido a esto entre otras muchas razones, no somos un archipiélago, Canarias son islas por lo que no podemos reclamar aguas interiores. 

Sr. Rivero, no confunda más a los canarios, déjese de demagogia y de “mentiras” respecto a las “aguas interinsulares” y si de verdad usted se siente Canario, y es usted Nacionalista (fíjese ni siquiera le hablo de que sea usted un independentista, aunque conociendo su trayectoria política, no me extrañaría lo más mínimo, que con tal de mantenerse en el poder sea capaz de vendernos “la burra” de que lo és) solo puedo decirle que aún está a tiempo de actuar con verdadera firmeza, y por encima de intereses partidistas y propios, defender de verdad a Canarias y a los Canarios, tenga usted los “cojones” suficientes de hacerlo (yo sinceramente lo dudo).
Somos Sr. Rivero, lo crea usted o no, lo comparta o no, unas Islas, y para los canarios y a hechos me remito, usted no las defiende, pero eso sí, sí defiende sus intereses y los de su pandilla de “amigos”.
La historia Sr. Rivero pone a cada uno en su sitio, mucho me temo (camino de ello lleva) que la valoración de sus actuaciones serán vistas y analizadas bajo parámetros estrictamente jurídicos y aquí cabe el dicho que dice: “ A buen entendedor, palabras sobran”.

Canarias Sr. Rivero, es una Colonia y si estoy equivocado demuéstreme usted lo contrario, que yo a bien tendré rectificar mi opinión sobre usted y sus actuaciones políticas.

Por lo pronto Sr. Rivero, usted me ha vendido una “Gran Mentira”, mentira que ni usted mismo se cree y que usted sabe que será imposible llevar a cabo, ya no solo porque contraviene el derecho internacional marítimo sino porque el Reino de España ya se encargará de que eso no suceda, pues demasiados son los intereses políticos que se tiene con Marruecos (ejemplo de ellos el Sahara) y otros países.

Por último siento decirle que pasará usted sin pena ni gloria por esta vida y que para la gran mayoría de los canarios de ahora y los que vendrán, lo que quedará de usted, es que fue un nefasto e interesado político en sus propios intereses y en los de su pandilla de “amigos” y no en Canarias ni en los Canarios.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Nación Canaria.

            Lo cierto es que Canarias se encuentra inmersa en una serie de contradicciones jurídicas  al ser una comunidad española, un territorio definido en Europa como Región Ultraperiférica y un archipiélago del Estado "y más cierto es que estos tres conceptos se contraponen".  

Si tomamos un diccionario y vemos y entendemos los significados de las definiciones mencionadas con anterioridad, es decir, “una comunidad española”, “un territorio definido en Europa como Región Ultraperiférica” y “un archipiélago del Estado”,  solo podemos llegar a una conclusión y pese a quien le pese, Canarias es una Colonia del Reino de España y nosotros los Canarios somos un pueblo colonizado.
En otras palabras, muchos de los canarios son “extranjeros incultos en su propia tierra” porque se han vuelto seres amnésicos, incapaces de conocer su milenaria historia…. Esto hace que yo como Canario no logre entender como muchos se avergüenzan y desprecian lo mejor de sí mismos y de su “cultura madre” cuando asumen como verdadera la “historia oficial” de sus opresores y se identifican en sus valores.
La colonización que sufrimos nos hizo perder nuestro lenguaje, la memoria histórica, los conocimientos, los espacios tangibles e intangibles y la vinculación ancestral con la divinidad “propia-ancestral”.

Dicen que cuando a un individuo, una familia o un pueblo, le quitan su lenguaje y lo dejan “mudo”. Cuando le quitan sus recuerdos y lo dejan “amnésico”. Cuando le quitan sus conocimientos y lo dejan en calidad de “estúpido” e impotente. Cuando le quitan sus ciudades, sus terrenos de cultivo, su vinculación con la Naturaleza; además de quitarle sus espacios sociales, comunitarios, sagrados y divinos, lo dejan “en el aire”, sin raíz, sin cimiento y sustento. Y cuando le quitan su religiosidad y espiritualidad, lo convierten en idólatra y fanático de una religión ajena en manos de su opresor, esa persona, familia o pueblo, queda totalmente aniquilada, humana y espiritualmente. Su auto estima será bajísima, su orgullo será castrado, su coraje reprimido. Quedará apto para cualquier explotación y represión. No defenderá y peleará sus derechos y principios. Se convertirá en una sombra borrosa, débil y violento, frágil y agresivo, sumiso y fanfarrón, vano y hueco.

Pero sobre todo, se convertirá en otro despiadado explotador y corruptor de su propio pueblo. Será el verdugo de su gente y el destructor de su propia “cultura Madre”. En su rol de colonizador-colonizado, asumirá los papeles más deprimentes e inhumanos de la explotación de su pueblo y de los recursos naturales de su tierra.
El punto es, que el colonizado no tenga memoria ni conciencia, que desconozca su nombre e historia verdadera. Que quede atrapado en los mitos y fantasías del colonizador. Que no sienta pasión y orgullo sustentado en lo mejor de sí mismo. Que se sienta ajeno, lejano, confuso, lo propio, y que se “identifique” con los valores y cultura del colonizador, lo que lo lleva a ser un furibundo fundamentalista del euro centrismo y yo me niego a ello. Soy Canario, mi bandera es blanca, amarilla y azul, lleva 7 estrellas que representan mi nación, porque le pese a quien le pese somos una Nación con identidad propia, somos “españoles” por obligación (fuimos y aun estamos colonizados) y no acepto que se me diga que somos un  archipiélago del Estado porque el derecho marítimo internacional, así como la legislación de la ONU, no admite archipiélagos de un Estado de un continente en otro continente", lo que significa que "no estamos tampoco en la legislación internacional vigente".